La crema facial regeneradora es imprescindible para calmar en nuestra piel el estrés diario al que se ve sometido por la agitación de la vida.

Los ingredientes que la componen nos ayudan a regenerar, aportando hidratación y retrasando del envejecimiento. Aumenta la producción de colágeno dando elasticidad, flexibilidad, suavidad y brillo al cutis.

También nos llena de vivacidad, seguridad, relajación y armonía interior debido a sus cualidades bioenergéticas.